Lo cierto es que no tengo mucho de que hablar, simplemente quiero dar señales de vida para no ser olvidada.
"Estoy viva", he dicho.
El evento más destacable de esta semana, al que he acudido gustosa y no obligada, que me ha sacado de mi rutinaria y desorientada vida, ha sido el concierto que daba el grupillo de mi señor novio, cuyo nombre no comprendo -Dr. Kosak- la noche del jueves en la sala LaSal, ganando unas perrillas por aforo completo, como establecía el contrato y entreteniendo a los allí presentes y borrachos, entre los que me encontraba yo, por supuesto, que como "parienta" y buena grupi que soy, allí estuve aguantando el tipo...

En fin, habiendo cumplido con mis obligaciones como "bloggera" debería volver a mis quehaceres, que ya estoy empezando a dejar las cosas abandonadas...
Mala señal.
Eso es todo amigos... Como véis, sigo viva.
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