No será la primera vez que alguien diga "el tamaño no es lo que importa", ya que si nos referimos a la cabeza que tenemos encima de los hombros, el tamaño no es algo que defina el nivel de inteligencia y sabiduría de una persona.
Puede ser que esté tan vacía como un azucarero en una casa de diabéticos, tan despoblada como la aldea de una película western o tan hueca como un árbol seco. Y si fuera el caso del listillo por naturaleza y se le saliera el conocimiento por las orejas, no importaría demasiado, porque no utilizaría ni la más mínima parte de su inagotable fuente de ideas. Eso es lo que diferencia a los listillos de los listos, los listillos hablan de cosas superfluas y los listos hablan de cosas con fundamento.
Es muy fácil hablar adornando cada palabra dicha, acompañándola de adjetivos y adverbios inutilizados o casi desconocidos, pura retórica. Pero eso, muchas veces, sobra.
Aunque en este orbe hay tantas personas como pensamientos, lo que para unos es un sinsentido para otros es misa, así que, en teoría, no hay ni paletos, ni listos, ni una combinación de ambos, lo que para mí serían listillos.
Por eso yo prefiero mantener la boca cerrada.
2 comentarios:
No creo que los adornos sobren nnca, lo bueno, si es bonito, y por supuesto gratis, dos veces bueno...
No creo que los adornos sobren nnca, lo bueno, si es bonito, y por supuesto gratis, dos veces bueno...
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