En el Parque Central -y no tan central- de Tres Cantos.
04/03/10
04/03/10
Para rellenar espacios vacíos en medio del caos que supone el transcurso de las horas durante el día no es necesario irse muy lejos de casa o gastarse dinero. Basta con equiparse con una cámara de fotos y disparar sin ton ni son y a diestro y siniestro.
Atrás quedaron los días en que íbamos al parque a beber Martini con piña o a volcarnos los cartones de leche en la boca porque decían que ayudaba a asimilar la moña, el pedal, la cocida, el pedo o, llegados a un extremo, el coma etílico. A atragantarnos con las tímidas caladas que nos atrevíamos a probar, a restregarnos unos con otros o a revolcarnos en el suelo para luego hacer alarde de ello.
Atrás quedaron esos días, al menos para este perro viejo, que sólo va al parque a pasear.
Atrás quedaron los días en que íbamos al parque a beber Martini con piña o a volcarnos los cartones de leche en la boca porque decían que ayudaba a asimilar la moña, el pedal, la cocida, el pedo o, llegados a un extremo, el coma etílico. A atragantarnos con las tímidas caladas que nos atrevíamos a probar, a restregarnos unos con otros o a revolcarnos en el suelo para luego hacer alarde de ello.
Atrás quedaron esos días, al menos para este perro viejo, que sólo va al parque a pasear.








1 comentario:
ee me encantan las footos!
tienes una reflex, no? jajaja
que envidaaa!
pasate! muááá
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