miércoles, 29 de julio de 2009

En Barna todos tienen vespa.

Después de 3 días paseando por Las Ramblas, subiendo las interminables escaleras de la Montaña de Montjuïc, de atravesar la Villa Olímpica, de contemplar el Camp Nou -aficiones y opiniones aparte-, de sufrir las alturas de la inacabada pero bellísima Sagrada Familia, después de rezar a mi cínico Dios en la Catedral del Mar, de admirar el Tibidabo, de visitar el "Poble Espanyol" y de comer pan con tomate hasta reventar, vuelvo a Tres Cantos; al no tener nada que hacer, al aburrimiento puro y duro, al hastío hacia el tiempo libre y al no saber que decir.









Es por eso y debido a mi próximo viaje a tierras bisbaleras, que el blog quedará un poco abandonado, como lo ha estado haciendo desde hace un tiempo. No quiero entrar en detalles, no quiero convertirme en mártir, ni quiero ser una marioneta del demonio.

Lo dicho.

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